Hace unas semanas venía de regreso a casa en el mismo tren de siempre cuando un par de hombres se sentaron en las sillas de enfrente y sin pensar que hay más gente en Londres de lo que uno cree que entienden el español, iniciaron un diálogo en el cual yo fui partícipe sin ser invitada. Uno de ellos era español y el otro era peruano y este último, diría yo, llevaba poco de estar viviendo acá. Su tono de voz, su curiosidad, sus deseos de expresar, su naturalidad, así me lo comunicó. Pero entonces de un momento a otro empezaron a abordar una temática bastante interesante: las mujeres. Ambos coincidían en decir que con frecuencia se topaban con mujeres muy bonitas y atractivas, de esas que pareciera usaran 2 tallas menos o ahorran en tela para salir medio desnudas cuando yo en cambio necesito cubrirme con bufandas y sacos. Y los minutos transcurrían mientras uno hablaba de lo que para él era importante vivir en un primer encuentro con una mujer pues él consideraba ya no era un adolescente y podía ir directo al punto. Pronunció lo que yo alguna vez había leído o comentaba con amigas “Yo no le pierdo tiempo a una mujer si no me lo da desde la primera cita”. Para quien lo duda “dárselo” es tener sexo, ni siquiera es “hacer el amor”.
El otro hombre se reía aprobando dicho comentario mientras yo pensaba en lo superficial que son los lazos que se pueden crear, en la imagen que muchos tendrán de “nosotras” pues finalmente somos un objeto sexual y para ofrecer un producto en nuestra sociedad materialista en muchas ocasiones la presencia de una mujer en ropas ligeras parece que es fundamental. Yo pretendía mirar por la ventana mientras seguía en medio de este par, los cuales incluso daban detalles de mujeres con las que a veces se encontraban, mujeres con trajes que dejan ver claramente las curvas y siluetas, con escotes que ofrecen un panorama, pero por más grande que sea el escote el alma nunca se muestra sino por el contrario se esconde detrás de un pequeño cuadrito de tela. Parece que los hombres disfrutan dejar volar su imaginación hacia lo que hay detrás de unas prendas por eso yo siempre he pensado que la belleza interior es otra cuestión y que tan sólo algunos hombres estarán curiosos por descubrirla. No los culpo porque observo al mismo tiempo como la mujer se ofrece, como se vende como si fuera un maniquí en una vitrina reclamando a gritos la atención, olvidando su rol femenino por el hecho de capturar al sexo opuesto haciendo uso de su capacidad seductora.
Y cuando pienso en esto me miro a mi misma y decido que es mi alma la que entrego y no solamente mi cuerpo. Que hermoso es estar frente a un espejo y ver a la mujer soñadora que se esconde. Prefiero y me quedo mil veces con la mujer que no lo da en la primera cita porque prefiere esperar al príncipe y soñar con castillos, prefiere un hombre que note lo que un cuerpo desnudo no logra comunicar. Me quedo con estas mujeres y con estos hombres que dan al sexo un sentido mágico y profundo, ese significado que hoy brilla por su ausencia.
lunes, 29 de marzo de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Estos conceptos en realidad no son modernos sino que estan dictados por la caverna, cuando el hombre preferia a la mujer de piernas largas para que pudiera caminar largas distancias, de caderas anchas para poder parir sus hijos sin problema y de senos grandes para amamantar bien a sus hijos, la mujer debia exhibir sus dotes para garantizarse el macho. NO pasa muy distinto ahora, la guerra por la supervivencia parece estar cifrada en el liderazgo masculino, y es algo que se sigue librando, seguimos con el concepto de carencia de machos y desde esa premisa es apenas justo que en esa guerra se use todo tipo de armamento (que comentario tan largo!)justo no significa que funcione.
ResponderEliminarLumediana
Excelente articulo, como todos los que escribes...solo queria hacer notar que no todos los hombres pensamos de esa manera, muchos de nosotros disfrutamos mas de una agradable compania y una buena conversacion que el simple hecho de estar acampanado por una mujer muy sexi y vacia...
ResponderEliminar