Estando en Barranquilla visitando a un gran amigo – el cual aprecio mucho – me topé curiosamente con este tema, el cual sin duda me llamó la atención. Tal vez porque pienso que he sido igual una de aquellas que cometió errores en su relación aunque preferiría no llamarlos errores porque pienso que conscientemente no se cometen sino que nuestros ojos se tornan ciegos por momentos y nos enredamos en las múltiples situaciones que nos llegan cuando tenemos una pareja. Creo y con mucha más firmeza hoy, que en nuestras manos está el destino aunque no desconozco que hay influencias superiores también como seres espirituales que somos. Eso que se conoce como el Karma no es más que el resultado de nuestros propios actos, así que no deberíamos sorprendernos cuando llegan las victorias y cuando igualmente llegan los fracasos. Y cuando digo esto siento como cae el peso de la responsabilidad de lo que hasta el momento he logrado en mi vida, de la misma manera que aquello que he perdido o se ha simplemente esfumado de entre mis manos.
Leí un texto corto basado en esos errores comunes y para ser sincera no estuve de acuerdo con todos los puntos y me imagino esto hace parte de comprender lo diversos que somos y los muchos colores con que podemos ver las cosas que pasan a nuestro alrededor. No es mi intención realizar un consenso y estar todos de acuerdo, pero si deseo señalar algunos de los aspectos negativos que llevan a una relación a su fin o a una crisis.
- Creer que cambiaremos al otro. Quién somos para disponer de nuestra pareja? Acaso no es mejor concentrarnos en lo que nos corresponde cambiar de nosotros mismos en vez de pretender que sea el otro el que cambie?
- Infidelidad. Si es humano y natural sentirnos atraídos por más de una persona, cómo manejar este principio? Por el momento me reservo a opinar al respecto ya que mi concepto se encuentra en construcción.
- Violencia psicológica. Conocemos al otro a tal punto que tenemos la capacidad de lastimar y manipular a nuestro antojo, lo cual son más que golpes duros.
- Relaciones rápidas. El tiempo es algo relativo y puede que a veces nos basten unos instantes para percibir la nobleza de un alma.
- Miedo a estar solos. Pensar en la soledad suele atemorizarnos aunque es en medio de la soledad que se abren puertas internas que antes no habíamos visto.
- Basar la relación en el aspecto sexual. El sexo se puede llegar a vivir de manera plena y maravillosamente profunda incluyendo sabiamente otros elementos más sublimes.
- Buscar imponerse para dominar al otro. Tendemos a disfrutar de la idea de “mandar” al otro, de insistir en nuestra propia forma ignorando que el otro merece ser reconocido.
- Resolver los problemas en la cama. El sexo puede jugar un papel fundamental pero hay situaciones que requieren mayor atención y la cama no se presta para ello.
- Comparar la relación actual con la anterior. Que incómodo se torna estar en esta actitud de señalar como eran antes las cosas, recordando con nostalgia lo que ya se ha ido. El presente merece una oportunidad de renovación, un empezar de nuevo.
- Permitir que la familia se inmiscuya. No siempre resulta positivo involucrar a otros en algo que es de 2.
- Idealizar a la pareja. Quien toma nuestra mano no es un ser perfecto colmado de virtudes solamente.
He aquí otras ideas pensadas desde mi propia experiencia.
- Altas expectativas. Esperar mucho del otro, de uno, de la relación
- Dificultad en construir en conjunto y ver un destino en común
- No manejo de las diferencias. Intolerancia a lo que no es nuestro pensar
- Rutina y la creencia que los años traen consigo la afirmación en el amor
- Falta de tiempo o más bien, de calidad en los momentos que se destinan para alimentar la relación. El amor por tanto no crece
- Creer que somos mitades buscando completura en el otro. Solo en la medida en que trabajamos en nuestro interior lograremos ofrecer al otro lo mejor de nosotros. No se trata de ir en busca de lo que carecemos.
Y para ti que lees esta reflexión, cuál o cuáles crees que son los errores que matan al amor?
lunes, 23 de agosto de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No pensar en el otro cuando se toma alguna decisión.
ResponderEliminarPoner nuestros intereses personales por encima de la relación.
No valorar realmente a la otra persona.
No tener un dialogo sincero en el que expresemos abiertamente si algo está mal.