"Señora de los libros", "Señora de la Escritura",

domingo, 4 de abril de 2010

De crisálida a mariposa

“Entre más grande la prueba, más glorioso es el triunfo”

Estando en Paris tuve la fortuna de toparme con varias películas, gracias a las sugerencias de unos buenos amigos que tengo en esas tierras. Entre ellas una muy corta conocida como El circo de las mariposas, una vez vista quedaron circulando en mi mente ideas sobre el tamaño de nuestras pruebas y como otros seres con GRANDES dificultades – empezando con las físicas – logran hacer más historia. No creo en un Dios que se olvida de algunos, favoreciendo a unos cuantos tan sólo ni mucho menos condenando por “nuestros pecados cometidos”. Creo en cambio que se nos da aquello que nos corresponde junto con el potencial para lograr grandes conquistas, pero somos pocos los que reconocemos que en nuestro ser habitan todos los elementos necesarios para afrontar lo que nos llega a diario, o mejor dicho, lo que nos corresponde karmáticamente vivir. Quienes me conocen recordarán de pronto un ejemplo que suelo utilizar en mi discurso pedagógico y si mal no recuerdo le pertenece a alguien más que me lo enseñó. La vida es un largo viaje en el que cada uno carga un equipaje. Algunos andan con maletas inmensas, otras son maletas incómodas, otras son livianas, otras son de buenas marcas y costosas, pero finalmente todos vamos en compañía de ese equipaje.

Personalmente mi lucha ha sido un poco en hacer que sea ligero pues como dijo mi hermana cuando yo me preparaba para viajar a Londres y pretendía traerme todas mis pertenencias de Colombia, “lo que vas a necesitar no está en la maleta sino en vos”. Retomando el ejemplo que quiero transmitir, durante ese viaje que es la vida vamos aprendiendo múltiples cosas, nos enfrentamos a experiencias dolorosas y/o satisfactorias, descubrimos nuevas dimensiones en nosotros y en los otros, entre otras. Entonces y simbólicamente atesoramos algo, lo que podemos llamar aprendizaje y lo colocamos dentro de esta maleta. La memoria juega un papel fundamental pues nos facilita el acceso a este archivo, eso sí dependiendo de cuanto la ejercitamos. Y cuando de repente vemos que la vida nos está obsequiando una situación diferente, nueva, difícil, compleja… pues nos corresponde recordar que hemos aprendido en el pasado y podemos nuevamente dar solución y asumir eso que llega de la mejor manera. Sé que no es tan fácil como escribirlo porque yo misma me he visto en circunstancias en donde siento que mi maleta está vacía o que la he extraviado en alguna parte. Pero cuando hay una actitud positiva esos archivos se muestran disponibles, logramos encontrar las herramientas y salimos victoriosos como los espartanos en aquel entonces.

La vida es un largo viaje. Que mejor que estar conscientes de ello y saber obrar con inteligencia porque mucho de lo que nos importa e intranquiliza es pasajero, es temporal, es ilusorio. Hoy la vida nos ofrece un reto del cual somos capaces de salir adelante, mañana nos traerá la cosecha de nuestra propia siembra y así sucesivamente esta rueda del Samsara seguirá girando mostrándonos ciclos de luz y oscuridad, vida y muerte, primavera e invierno, alegría y dolor. No participar en esta rueda es un estado que pocos han logrado, por lo tanto y desde mi punto de vista, nos queda la decisión de ser protagonistas y no simples espectadores. Que tan importante es valorar y dar uso a todo aquello que hemos aprendido. Que tan esencial es abrir con más frecuencia nuestro equipaje pues ahí está la voz que sabe, la voz interior que escuchan tan sólo los que permanezcan en silencio por unos instantes.